Corail
2014-10-09 09:10:18 UTC
"No tiene sentido un Ave con el número actual de pasajeros"
Hola a todos:
No lo digo yo, lo dice Gonzalo Ferré, el presidente de ADIF.
http://www.abc.es/economia/20141009/abci-adif-alta-velocidad-201410081823.html
Es muy curioso que, con la Legislatura casi agotada, en un país que aún debe mucho dinero, después de haber tirado millones de euros a la basura, ahora se den cuenta de que el modelo actual de la alta velocidad no es sostenible financieramente.
Al parecer, en países como Alemania o Francia, la demanda de alta velocidad es muy superior a la española, pero a cambio aquí se han hecho inversiones faraónicas y los 24 millones de pasajeros anuales siguen estando muy por debajo de los 120 millones de Francia, o de los 160 millones de Alemania.
En mi opinión, los datos de la demanda de la alta velocidad son el menor de nuestros problemas. En realidad, lo más negativo de todo es que desde mediados de los años 90 el tren español se ha ido adaptando a un tipo de cliente potencial, que es el hombre de negocios, que estaba más acostumbrado al avión o al coche particular. Es obvio que cuando le pones un AVE a Sevilla, a Valencia o a Barcelona (que empata con el avión en tiempo), se pasará al tren pero... ¿realmente tenemos tantos hombres de negocios en España como para que una empresa pública se fije únicamente en ellos?, yo creo que no.
Por el camino, en la búsqueda de este tipo de demanda, Renfe ha ido despreciando a las familias, a los estudiantes, a los pensionistas, a los viajantes comerciales e incluso a los turistas (que ya tiene narices en un país que vive del turismo).
Han cerrado líneas rentables socialmente imponiendo horarios demenciales y tarifas abusivas, han hecho cómodo el viaje por carretera a base de hacer incómodo el viaje en tren y cuando no han podido vaciar un determinado servicio, lo han suprimido con dos pares de narices.
Ahí estaban los "estrella", los regionales (que paraban en todas las estaciones, aunque fuera con paradas facultativas), los Elipsos, que fueron a plena ocupación hasta su último día... Y si nos ponemos a hablar de mercancías aún nos quedaríamos más alucinados. El tráfico insoportable y creciente de camiones en la carretera nos debería hacer pensar que está pasando algo grave para que estén encaminándose por carretera ciertos tráficos que en un mundo normal deberían ser mucho más baratos por ferrocarril.
Un día, cierta persona me dijo que no podíamos ser nostálgicos. Que los tiempos cambian y que hay que aceptar los cambios.
No me parece mal evolucionar, pero ¿dónde está la evolución?
¿Realmente estamos ganando algo?
¿No era preferible dejar el puente aéreo como estaba y promocionar los trenes de largo recorrido como los conocíamos?
¿No es mejor hacer todas las variantes que se han hecho, pero respetando nuestro ancho ibérico, dejándolo todo bien preparado para un cambio de ancho en momentos más propicios?
¿No es mejor seguir con los tresmil voltios en continua y aprovechar todo el material móvil que teníamos, adaptándolo convenientemente a los nuevos tiempos?
¿Realmente necesitábamos renovar toda la flota para evitar las maniobras de acoplamiento?
Por muy huelguistas que sean los trabajadores de Renfe, ¿realmente es más rentable sembrar todas las estaciones de tornos de acceso en lugar de mantener los puestos de trabajo de los Interventores?
¿Es más rentable subcontratar cualquier servicio y ponerlo en manos de gente inexperta y más vulnerable a los despidos?
¿Es mejor dejar desiertas las estaciones, suprimir las consignas, eliminar las cantinas y obligar a los viajeros a ridículos rituales de "check-in"?
¿Realmente era necesario hacer un Ave hacia Francia en horario diurno y suprimir el Elipsos?
Lo más terrible de todo es que lo que se ha ido invirtiendo en Alta Velocidad no "queda ahí". A diferencia de las líneas convencionales, es necesario mantener los corredores de alta velocidad para garantizar la seguridad. En una línea convencional basta con batear de vez en cuando y poco más. Se hace por campañas, según el uso y prioridad de la línea, pero no a diario. La red de alta velocidad va a ser costosa incluso cuando baje más la demanda.
Y la demanda va a bajar más... De hecho ya está bajando. Cada día hay nuevos servicios de autobús. Ni siquiera son más incómodos, porque el tren, en su busca de convertirse en un avión sin alas, cada vez tiene interiores más pequeños, más incómodos... Solo hay que ver la clase turista del Avril. Una galera con ruedas de tren en la que se elimina la antepenúltima ventaja del tren sobre el avión: El espacio.
Solo nos queda poner los cinturones de seguridad y prohibir el uso de móviles (todo se andará).
No sé qué razones tiene el Presidente de ADIF para hacer sus declaraciones. Supongo que intenta justificar la gestión pésima que se está haciendo de nuestro dinero, o quizá está abriendo las puertas a un nuevo cierre de líneas ferroviarias en la que esta vez caerá algún ramal de alta velocidad, pero lo que está claro es que no hemos evolucionado. Nos hemos quedado sin tren y solo lo sabemos en cuatro grupos de frikis perdidos por internet o encerrados en algún local social de amigos del ferrocarril.
Creo que habría que hacer algo.
Hola a todos:
No lo digo yo, lo dice Gonzalo Ferré, el presidente de ADIF.
http://www.abc.es/economia/20141009/abci-adif-alta-velocidad-201410081823.html
Es muy curioso que, con la Legislatura casi agotada, en un país que aún debe mucho dinero, después de haber tirado millones de euros a la basura, ahora se den cuenta de que el modelo actual de la alta velocidad no es sostenible financieramente.
Al parecer, en países como Alemania o Francia, la demanda de alta velocidad es muy superior a la española, pero a cambio aquí se han hecho inversiones faraónicas y los 24 millones de pasajeros anuales siguen estando muy por debajo de los 120 millones de Francia, o de los 160 millones de Alemania.
En mi opinión, los datos de la demanda de la alta velocidad son el menor de nuestros problemas. En realidad, lo más negativo de todo es que desde mediados de los años 90 el tren español se ha ido adaptando a un tipo de cliente potencial, que es el hombre de negocios, que estaba más acostumbrado al avión o al coche particular. Es obvio que cuando le pones un AVE a Sevilla, a Valencia o a Barcelona (que empata con el avión en tiempo), se pasará al tren pero... ¿realmente tenemos tantos hombres de negocios en España como para que una empresa pública se fije únicamente en ellos?, yo creo que no.
Por el camino, en la búsqueda de este tipo de demanda, Renfe ha ido despreciando a las familias, a los estudiantes, a los pensionistas, a los viajantes comerciales e incluso a los turistas (que ya tiene narices en un país que vive del turismo).
Han cerrado líneas rentables socialmente imponiendo horarios demenciales y tarifas abusivas, han hecho cómodo el viaje por carretera a base de hacer incómodo el viaje en tren y cuando no han podido vaciar un determinado servicio, lo han suprimido con dos pares de narices.
Ahí estaban los "estrella", los regionales (que paraban en todas las estaciones, aunque fuera con paradas facultativas), los Elipsos, que fueron a plena ocupación hasta su último día... Y si nos ponemos a hablar de mercancías aún nos quedaríamos más alucinados. El tráfico insoportable y creciente de camiones en la carretera nos debería hacer pensar que está pasando algo grave para que estén encaminándose por carretera ciertos tráficos que en un mundo normal deberían ser mucho más baratos por ferrocarril.
Un día, cierta persona me dijo que no podíamos ser nostálgicos. Que los tiempos cambian y que hay que aceptar los cambios.
No me parece mal evolucionar, pero ¿dónde está la evolución?
¿Realmente estamos ganando algo?
¿No era preferible dejar el puente aéreo como estaba y promocionar los trenes de largo recorrido como los conocíamos?
¿No es mejor hacer todas las variantes que se han hecho, pero respetando nuestro ancho ibérico, dejándolo todo bien preparado para un cambio de ancho en momentos más propicios?
¿No es mejor seguir con los tresmil voltios en continua y aprovechar todo el material móvil que teníamos, adaptándolo convenientemente a los nuevos tiempos?
¿Realmente necesitábamos renovar toda la flota para evitar las maniobras de acoplamiento?
Por muy huelguistas que sean los trabajadores de Renfe, ¿realmente es más rentable sembrar todas las estaciones de tornos de acceso en lugar de mantener los puestos de trabajo de los Interventores?
¿Es más rentable subcontratar cualquier servicio y ponerlo en manos de gente inexperta y más vulnerable a los despidos?
¿Es mejor dejar desiertas las estaciones, suprimir las consignas, eliminar las cantinas y obligar a los viajeros a ridículos rituales de "check-in"?
¿Realmente era necesario hacer un Ave hacia Francia en horario diurno y suprimir el Elipsos?
Lo más terrible de todo es que lo que se ha ido invirtiendo en Alta Velocidad no "queda ahí". A diferencia de las líneas convencionales, es necesario mantener los corredores de alta velocidad para garantizar la seguridad. En una línea convencional basta con batear de vez en cuando y poco más. Se hace por campañas, según el uso y prioridad de la línea, pero no a diario. La red de alta velocidad va a ser costosa incluso cuando baje más la demanda.
Y la demanda va a bajar más... De hecho ya está bajando. Cada día hay nuevos servicios de autobús. Ni siquiera son más incómodos, porque el tren, en su busca de convertirse en un avión sin alas, cada vez tiene interiores más pequeños, más incómodos... Solo hay que ver la clase turista del Avril. Una galera con ruedas de tren en la que se elimina la antepenúltima ventaja del tren sobre el avión: El espacio.
Solo nos queda poner los cinturones de seguridad y prohibir el uso de móviles (todo se andará).
No sé qué razones tiene el Presidente de ADIF para hacer sus declaraciones. Supongo que intenta justificar la gestión pésima que se está haciendo de nuestro dinero, o quizá está abriendo las puertas a un nuevo cierre de líneas ferroviarias en la que esta vez caerá algún ramal de alta velocidad, pero lo que está claro es que no hemos evolucionado. Nos hemos quedado sin tren y solo lo sabemos en cuatro grupos de frikis perdidos por internet o encerrados en algún local social de amigos del ferrocarril.
Creo que habría que hacer algo.