Corail
2016-05-18 11:40:36 UTC
Antes de tener la suerte de conocer a gente de la que pude aprender más, había ciertos "misterios" del ferrocarril que nadie sabía aclararme. Cuanto más tiempo pasaba, más curiosidad tenía.
Una de las cosas que no pude aprender porque aún no existía internet era la función de unas luces amarillas o verdes que había en los testeros (extremos) de los coches de viajeros y de ciertos automotores, justo al lado de las luces rojas de cola.
Pues bien. Esas luces servían para poner en marcha un operativo llamado "señalamiento a la vía".
Para comprender qué es ésto y por qué era necesario, hay que hacer un pequeño esfuerzo de imaginación y retroceder en el tiempo hasta una época anterior a los bloqueos automáticos.
Por entonces no existían aún los teléfonos móviles, las emisoras de radio eran aparatos muy caros y en ciertas líneas, sobre todo en sitios montañosos o con muchos túneles, eran totalmente inútiles.
En esa época las estaciones podían estar comunicadas entre sí con un aparato de telégrafo o de teléfono y los pasos a nivel con barreras normalmente eran accionados por operarios que no solían tener acceso a un teléfono.
¿Cómo se aclaraban para saber cuándo debían cerrar y abrir los pasos? Pues gracias a la "partitura" que se utilizaba para coordinar la circulación ferroviaria. Esta partitura se llamaba "Libro Itinerario" o "Horario de Circulaciones". En ella aparecían todos los trenes que debían circular cada día y si se suprimía algún tren o bien se creaba algún otro, antes, el puesto de mando enviaba comunicaciones a todas las oficinas de circulación de todas las estaciones y a todos los lugares donde fuese necesario coordinar algún aspecto de la circulación.
Además de las estaciones y los pasos a nivel, el libro itinerario se utilizaba para saber cómo apartar a los obreros que realizaban pequeñas reparaciones en la vía.
Cuando un tren pasaba por una estación, por un paso a nivel o por un tramo de obras, el personal encargado se fijaba especialmente en el vehículo de cola de ese tren... y se fijaba por dos razones:
La más importante era para verificar que ese vagón, coche o furgón llevase la señalización de cola. Y si no la llevaba, saltaban todas las alarmas, porque era posible que el tren hubiese perdido alguno de sus vagones, coches o furgones por el camino.
La otra razón por la que el personal de la vía se fijaba en la parte trasera del tren, eran precisamente estas señales de las que estoy hablando hoy... Las señales del señalamiento a la vía.
Por el día consistía en una bandera amarilla que se situaba en la parte derecha o izquierda del testero de cola. Y por la noche era una luz amarilla o verde en la misma posición.
¿Qué significaba?
Bien... si la bandera o la luz aparecían en el lado izquierdo, significaba que se había programado la circulación de otro tren que debía pasar tras éste, a una hora indeterminada, pero antes que el siguiente del libro itinerario.
Los obreros de la vía no podían volver al trabajo hasta que pasase este nuevo tren especial, y los encargados de los pasos a nivel debían estar muy alerta para poder cerrar las barreras en cuanto sospechasen que se acercaba un tren, aunque no figurase en el libro itinerario.
Cuando pasaba este tren especial, también llevaba la señalización del señalamiento en cola... Si volvía a estar la bandera o la luz en el lado izquierdo, significaba que aún debía volver a pasar otro tren especial que no hubiera sido anunciado y la precaución se mantenía.
Si la bandera estaba en el lado derecho, significaba el final del señalamiento y de la precaución y que el siguiente tren que circulase, ya lo haría a su hora habitual.
Si no se podía señalar a la vía mediante el tren anterior, los Reglamentos permitían el anuncio y creación de trenes especiales, pero su Jefe de Tren y su Maquinista debían llevar un boletín en el que serían avisados de la falta de señalamiento y ésto les obligaba a circular con mucha precaución haciendo uso frecuente del silbato, con marcha a la vista y con la indicación en cola de fin de señalamiento, a menos que éste tren se hiciese servir para anunciar otro tren especial adicional.
Con la aparición de los teléfonos móviles, los sistemas tren-tierra, la automatización de los pasos a nivel y la coordinación de las brigadas de trabajos mediante sus respectivos pilotos directamente con el puesto de mando, desapareció la necesidad de anunciar los trenes especiales con los trenes anteriores y estas luces o soportes para banderas quedaron obsoletas.
No obstante, en algún material móvil relativamente moderno, como el de Feve, aún se mantienen estas señales y esta es la explicación de por qué están ahí.
Una de las cosas que no pude aprender porque aún no existía internet era la función de unas luces amarillas o verdes que había en los testeros (extremos) de los coches de viajeros y de ciertos automotores, justo al lado de las luces rojas de cola.
Pues bien. Esas luces servían para poner en marcha un operativo llamado "señalamiento a la vía".
Para comprender qué es ésto y por qué era necesario, hay que hacer un pequeño esfuerzo de imaginación y retroceder en el tiempo hasta una época anterior a los bloqueos automáticos.
Por entonces no existían aún los teléfonos móviles, las emisoras de radio eran aparatos muy caros y en ciertas líneas, sobre todo en sitios montañosos o con muchos túneles, eran totalmente inútiles.
En esa época las estaciones podían estar comunicadas entre sí con un aparato de telégrafo o de teléfono y los pasos a nivel con barreras normalmente eran accionados por operarios que no solían tener acceso a un teléfono.
¿Cómo se aclaraban para saber cuándo debían cerrar y abrir los pasos? Pues gracias a la "partitura" que se utilizaba para coordinar la circulación ferroviaria. Esta partitura se llamaba "Libro Itinerario" o "Horario de Circulaciones". En ella aparecían todos los trenes que debían circular cada día y si se suprimía algún tren o bien se creaba algún otro, antes, el puesto de mando enviaba comunicaciones a todas las oficinas de circulación de todas las estaciones y a todos los lugares donde fuese necesario coordinar algún aspecto de la circulación.
Además de las estaciones y los pasos a nivel, el libro itinerario se utilizaba para saber cómo apartar a los obreros que realizaban pequeñas reparaciones en la vía.
Cuando un tren pasaba por una estación, por un paso a nivel o por un tramo de obras, el personal encargado se fijaba especialmente en el vehículo de cola de ese tren... y se fijaba por dos razones:
La más importante era para verificar que ese vagón, coche o furgón llevase la señalización de cola. Y si no la llevaba, saltaban todas las alarmas, porque era posible que el tren hubiese perdido alguno de sus vagones, coches o furgones por el camino.
La otra razón por la que el personal de la vía se fijaba en la parte trasera del tren, eran precisamente estas señales de las que estoy hablando hoy... Las señales del señalamiento a la vía.
Por el día consistía en una bandera amarilla que se situaba en la parte derecha o izquierda del testero de cola. Y por la noche era una luz amarilla o verde en la misma posición.
¿Qué significaba?
Bien... si la bandera o la luz aparecían en el lado izquierdo, significaba que se había programado la circulación de otro tren que debía pasar tras éste, a una hora indeterminada, pero antes que el siguiente del libro itinerario.
Los obreros de la vía no podían volver al trabajo hasta que pasase este nuevo tren especial, y los encargados de los pasos a nivel debían estar muy alerta para poder cerrar las barreras en cuanto sospechasen que se acercaba un tren, aunque no figurase en el libro itinerario.
Cuando pasaba este tren especial, también llevaba la señalización del señalamiento en cola... Si volvía a estar la bandera o la luz en el lado izquierdo, significaba que aún debía volver a pasar otro tren especial que no hubiera sido anunciado y la precaución se mantenía.
Si la bandera estaba en el lado derecho, significaba el final del señalamiento y de la precaución y que el siguiente tren que circulase, ya lo haría a su hora habitual.
Si no se podía señalar a la vía mediante el tren anterior, los Reglamentos permitían el anuncio y creación de trenes especiales, pero su Jefe de Tren y su Maquinista debían llevar un boletín en el que serían avisados de la falta de señalamiento y ésto les obligaba a circular con mucha precaución haciendo uso frecuente del silbato, con marcha a la vista y con la indicación en cola de fin de señalamiento, a menos que éste tren se hiciese servir para anunciar otro tren especial adicional.
Con la aparición de los teléfonos móviles, los sistemas tren-tierra, la automatización de los pasos a nivel y la coordinación de las brigadas de trabajos mediante sus respectivos pilotos directamente con el puesto de mando, desapareció la necesidad de anunciar los trenes especiales con los trenes anteriores y estas luces o soportes para banderas quedaron obsoletas.
No obstante, en algún material móvil relativamente moderno, como el de Feve, aún se mantienen estas señales y esta es la explicación de por qué están ahí.