Linuxera
2016-04-27 15:35:48 UTC
http://www.alertadigital.com/2016/04/27/cuatro-jovenes-dan-una-brutal-
paliza-a-un-policia-nacional-en-el-metro-y-los-dejan-libres/
El agente D. M., de 36 años, lleva casi quince en el Cuerpo Nacional de
Policía y jamás se había visto envuelto en un asunto de tan extrema
violencia. Lleva ya diez días de baja y, al menos, le quedan otros cinco
más por delante. Muy dolorido aún, recuerda a la perfección la brutal
paliza que sufrió el 17 de abril en el Metro de Madrid cuando regresaba a
su casa, fuera de servicio. Una agresión a manos de cuatro jóvenes,
probablemente asalvajados por el consumo de sustancias psicotrópicas.
Fueron detenidos, pero la juez, al no solicitar prisión preventiva la
Fiscalía, tuvo que dejarlos en libertad. Pese a la gravedad de los
hechos, más cuando la víctima es un funcionario del CNP, y de que todos
cuentan con antecedentes policiales.
El suceso se produjo a las siete y cuarto de la mañana, en la línea 3 del
suburbano. «Regresaba a mi casa y bajé al Metro de Sol. Cuando me metí en
el vagón, vi a un grupo de cuatro jóvenes y no me gustaron, porque iban
recorriendo todo el convoy, fijándose en la gente que iba dormida o
bebida», explica el agente, destinado precisamente en la Brigada Móvil.
Eran tres chicos y una chica.
«En cuatro o cinco segundos se pusieron en torno a una joven que estaba
dormida, tapándola. Vi entonces cómo uno de ellos se metía un teléfono
móvil, con una funda rosa y un cable rizado, por debajo de su pantalón,
por la parte de detrás», narra D. M.
El policía llamó entonces a la sala del 091, comunicando lo ocurrido y
para que se alertara a los vigilantes de seguridad. Al llegar el tren a
Lavapiés, los delincuentes se apearon. D. M. les siguió. Se cambiaron de
andén, para volver a coger el Metro, en dirección opuesta. Subieron
entonces a otro convoy. «Cuando llegamos de nuevo a Sol, me identifiqué
como policía y les hice bajar al andén. Les dije que se identificaran, y
se negaron –añade–. Entonces, le pedí al que había robado el móvil que me
lo diera». Pero sacó el suyo propio: «Este teléfono es mío», respondió.
Pese a que les mostró su placa, los jóvenes comenzaron a insultarle:
«¡Déjanos en paz, madero de mierda. ¡Tú no estás trabajando, déjanos en
paz! Vas a acabar mal». El policía intentó entonces pararles el paso y
detenerlos, pero se resistieron. Eran cuatro contra uno. D. M. sacó
entonces su defensa extensible, y se la arrebataron. Se encontraban entre
la escalera y el rellano de la estación de Sol.
«¡Te vamos a matar!»
Y comenzó la lluvia de golpes: «Me pegaron con la defensa y me protegí
como pude. Caí al suelo. Fueron dos minutos de puñetazos, patadas… Se
iban pasando la porra unos a otros, hasta que se rompió de los golpes que
me propinaron. Llega a ser una barra de hierro, y no lo cuento. «¡Te
vamos a matar» ¡Tú no eres policía, eres un puto maricón!», gritaban. Un
viajero se acercó a defenderme, pero el que había robado el móvil quiso
pegarle, así que me ayudó distrayéndolos. Y llegaron los vigilantes y mis
compañeros, que los detuvieron».
Los arrestados son Alfonso Carrero Fernández, de 22 años y con
antecedentes por un delito contra la salud pública; Javier Sainz-Ezquerra
García (18), fichado antes por lesiones; José Ortiz Abad (23), arrestado
anteriormente por robo con violencia, resistencia y desobediencia, y
Talia González González (25), con antecedentes por robo de vehículo.
Ahora se les imputa por hurto, atentado a agente de la autoridad y
lesiones. Pero están en libertad. Su víctima, de baja.
Fuente: ABC
paliza-a-un-policia-nacional-en-el-metro-y-los-dejan-libres/
El agente D. M., de 36 años, lleva casi quince en el Cuerpo Nacional de
Policía y jamás se había visto envuelto en un asunto de tan extrema
violencia. Lleva ya diez días de baja y, al menos, le quedan otros cinco
más por delante. Muy dolorido aún, recuerda a la perfección la brutal
paliza que sufrió el 17 de abril en el Metro de Madrid cuando regresaba a
su casa, fuera de servicio. Una agresión a manos de cuatro jóvenes,
probablemente asalvajados por el consumo de sustancias psicotrópicas.
Fueron detenidos, pero la juez, al no solicitar prisión preventiva la
Fiscalía, tuvo que dejarlos en libertad. Pese a la gravedad de los
hechos, más cuando la víctima es un funcionario del CNP, y de que todos
cuentan con antecedentes policiales.
El suceso se produjo a las siete y cuarto de la mañana, en la línea 3 del
suburbano. «Regresaba a mi casa y bajé al Metro de Sol. Cuando me metí en
el vagón, vi a un grupo de cuatro jóvenes y no me gustaron, porque iban
recorriendo todo el convoy, fijándose en la gente que iba dormida o
bebida», explica el agente, destinado precisamente en la Brigada Móvil.
Eran tres chicos y una chica.
«En cuatro o cinco segundos se pusieron en torno a una joven que estaba
dormida, tapándola. Vi entonces cómo uno de ellos se metía un teléfono
móvil, con una funda rosa y un cable rizado, por debajo de su pantalón,
por la parte de detrás», narra D. M.
El policía llamó entonces a la sala del 091, comunicando lo ocurrido y
para que se alertara a los vigilantes de seguridad. Al llegar el tren a
Lavapiés, los delincuentes se apearon. D. M. les siguió. Se cambiaron de
andén, para volver a coger el Metro, en dirección opuesta. Subieron
entonces a otro convoy. «Cuando llegamos de nuevo a Sol, me identifiqué
como policía y les hice bajar al andén. Les dije que se identificaran, y
se negaron –añade–. Entonces, le pedí al que había robado el móvil que me
lo diera». Pero sacó el suyo propio: «Este teléfono es mío», respondió.
Pese a que les mostró su placa, los jóvenes comenzaron a insultarle:
«¡Déjanos en paz, madero de mierda. ¡Tú no estás trabajando, déjanos en
paz! Vas a acabar mal». El policía intentó entonces pararles el paso y
detenerlos, pero se resistieron. Eran cuatro contra uno. D. M. sacó
entonces su defensa extensible, y se la arrebataron. Se encontraban entre
la escalera y el rellano de la estación de Sol.
«¡Te vamos a matar!»
Y comenzó la lluvia de golpes: «Me pegaron con la defensa y me protegí
como pude. Caí al suelo. Fueron dos minutos de puñetazos, patadas… Se
iban pasando la porra unos a otros, hasta que se rompió de los golpes que
me propinaron. Llega a ser una barra de hierro, y no lo cuento. «¡Te
vamos a matar» ¡Tú no eres policía, eres un puto maricón!», gritaban. Un
viajero se acercó a defenderme, pero el que había robado el móvil quiso
pegarle, así que me ayudó distrayéndolos. Y llegaron los vigilantes y mis
compañeros, que los detuvieron».
Los arrestados son Alfonso Carrero Fernández, de 22 años y con
antecedentes por un delito contra la salud pública; Javier Sainz-Ezquerra
García (18), fichado antes por lesiones; José Ortiz Abad (23), arrestado
anteriormente por robo con violencia, resistencia y desobediencia, y
Talia González González (25), con antecedentes por robo de vehículo.
Ahora se les imputa por hurto, atentado a agente de la autoridad y
lesiones. Pero están en libertad. Su víctima, de baja.
Fuente: ABC